A través de la integración sensorial, la mayoría de las partes del sistema nervioso trabajan juntas; de esta manera, una persona puede interactuar con el medio de forma eficiente y tener experiencias apropiadas y satisfactorias.
¿Qué buscamos con la estimulación sensorial?
Desarrollar en el niño la capacidad de estructurar la información recibida a través de los sentidos, con el fin de potenciar su crecimiento integral. En el Nido Pinceladas, a través de nuestro programa de integración sensorial buscamos que el niño responda apropiadamente a los estímulos sensitivos y lleve a cabo una respuesta organizada y exitosa. Se anima al niño a participar de forma activa ya que la exploración y el hecho de involucrarse activamente, capacitan al niño para ser más maduro y organizar eficientemente la información sensorial.
Algunos signos de desorden sensorial
– Hipersensibilidad al tacto, movimiento, luces o sonidos. (Fastidio por las telas de la ropa, las etiquetas, la suciedad, el ruido, la poca o mucha tolerancia al dolor, etc.).
– Hipo reactividad a la estimulación sensorial (Dar vueltas sobre sí mismo o chocar adrede con los objetos.) – Nivel de actividad inusualmente alto o bajo (Estar en movimiento constante o fatigarse fácilmente)
– Problemas de coordinación (Equilibrio pobre, mala coordinación motora).
– Retraso en el habla, en el lenguaje, en habilidades motoras o rendimiento académico.
– Pobre organización del comportamiento. (Impulsivos o de fácil distracción; dificultad al ajustarse a una nueva situación, frustración).
¿Qué pueden hacer los padres para mejorar la integración sensorial?
Reconociendo que este proceso existe, que cada niño tiene sus intereses, respuestas y necesidades únicas. Hay que ser sensible a las reacciones del niño y fomentar siempre el espíritu de juego. Es importante buscar ayuda para poder identificar cuáles son los aspectos que están limitando el progreso del niño y proporcionar el apoyo que necesita.
Algunas actividades:
– Rebotar, saltar, empujar, jalar, aplastar, arrojar, rodar cuesta abajo, escalar, colgarse…
– Usar juguetes que dan vueltas, mecedoras, columpios…
– Explorar varias texturas, olores, sabores, sonidos, acariciar animales, pintar con los dedos, jugar en arena, con agua… Nunca obligue al niño a tocar algo que el encuentra desagradable. Déjele usar pinceles, un palito o guantes para permitirle explorar primero.
Lic. Ana María Chocano B.
Directora